En la cena de Nochebuena el pavo navideño no puede faltar, en gran parte del
mundo es el platillo principal de las festividades, una deliciosa costumbre.
En la antigua Europa, el consumo de carne roja estaba prohibido durante la
Navidad, por el contrario se permitió la ingesta de carne de aves, volviendose
una costumbre el comer pollos, gallinas y aves de caza, sin embargo el pavo no
estaba incluido debido a que aún no se conocía en el viejo mundo.
En el siglo XVI Hernán Cortés descubrió el pavo en América, el cual se conocía
como guajolote; los aztecas lo consumían de tiempo atrás, se le utilizaba con
el fin de pagar tributo a los reyes. Tiempo después Hernán Cortés lo exportó a
Europa, popularizándose rápidamente debido a su delicioso sabor; fue entonces
que se le denomino pavo, debido a su gran parecido con el pavo real de Asia.
El pavo no pudo llegar en mejor momento a Europa, ya que rápidamente fue
incluido en el menú navideño de la cena de Nochebuena, reemplazando a las
demás aves, debido a su gran tamaño y a que los granjeros descubrieron que el
pavo engorda muy rápido y a bajo costo.
La versatilidad del pavo te permite combinarlo con una gran cantidad de
ingredientes, permitiendo crear un platillo fácil de preparar pero con una
extraordinaria presencia en la mesa.
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