El gorro de chef

Los orígenes
Se dice que desde los primeros años del siglo 7mo, los encargados de las cocinas en Asiria utilizaban gorros semejantes a coronas para diferenciarse del resto de los ayudantes de cocina. La razón de esto, al parecer fue que muchos reyes habían sido envenenados mediante la comida, entonces con el fin de hacer sentir especiales a los chefs, y con esto tratar de eliminar su deseo por eliminar a su rey, se les dio dicho elemento de distinción y prestigio.
Existe una leyenda muy peculiar respecto a porque se comenzó a utilizar el gorro; supuestamente el rey Enrique VII encontró un cabellos en su sopa y perdió la cabeza, figurativamente, no así el cocinero responsable, quien fue decapitado. Después del hecho, a su remplazo se le pidió amablemente que utilizara el gorra, para evitar ese tipo de inconvenientes.
Hoy en día es una regla básica de higiene, aunque la solución no resulta tan elegante, la red para el cabello o cofia cumplen esta función a la perfección a pesar de ser poco estética y para algunos incomoda.
Otra historia dice que durante la caída del imperio Bizantino al final del siglo VI se tomó como modelo, el gorro usado por los sacerdotes ortodoxos griegos. Los intelectuales y artistas, buscaron refugio en los monasterios huyendo de la invasión de los bárbaros del norte. Muchos de estos artistas eran cocineros y se volvieron chefs durante su estancia en dichos monasterios. Muchos de los refugiados, también eran cocineros reales, los cuales adoptaron la vestimenta de los sacerdotes pero en lugar de copiar el color negro, eligieron el blanco.
La cantidad de pliegues.
Los pliegues tienen a su vez una gran historia detrás. Su origen viene de la idea de que a mayor experiencia por parte del chef, mayor cantidad de pliegues debe tener su gorro; un pliegue significa una técnica o receta en la que el chef es experto. 100 pliegues en un gorro, representan las 100 maneras en que el chef puede cocinar un huevo. Actualmente los gorros no llevan tantos pliegues, pero aun respaldan su nivel de experiencia.
Tiempos modernos.
En la actualidad, el gorro de chef permanece como un símbolo de autoridad y conocimiento, pocos gorros son tan reconocidos como el tradicional gorro blanco que muchos chefs aprecian y portan con orgullo. Aunque muchos aun lo usan de tela, existen chefs que, por temas relacionados con la circulación del aire y la higiene, prefieren usarlo de papel desechable; otros utilizan aditamentos poco convencionales como gorras de béisbol y algunos incluso nada.
Aunque es una elección personal, me parece que es una de esas cosas que le dan valor y dignifican nuestra profesión. Se que para algunos estudiantes es muy incomodo usar la red y el toque, pero tengan presente que además de las necesidades higiénicas que cubren, también son parte de una riquísima historia de la que pretendemos ser parte. Para finalizar, les dejo una frase que me dijo un gran chef amigo mío: "El gorro alto no se compra, el gorro con trabajo, pasión y esfuerzo se gana".